En todo el mundo, los países se encuentran en distintas etapas de respuesta frente a la pandemia de covid-19. Algunos aún están aplicando estrictos aislamientos, otros han comenzado a flexibilizar las restricciones gracias a que la situación evoluciona semana a semana. En consecuencia, las empresas están en constante movimiento, mientras siguen lidiando con los temblores secundarios de la crisis.
Si bien no existe una hoja de ruta que nos oriente a nosotros como propietarios de empresas sobre cómo seguir en esta nueva normalidad en un mundo poscrisis, he descubierto que el hecho de fomentar una cultura de mayor transparencia en monday.com ha sentado una sólida base para forjar nuestra resistencia, y nos ha permitido mantenernos ágiles y poder avanzar.
Ahora más que nunca, resultan evidentes los beneficios de una mayor transparencia, en particular en un momento como el actual en el que esta realidad inusual que todos estamos atravesando nos obliga a adaptarnos constantemente, a seguir siendo flexibles y a prepararnos para lo inesperado.
Espero que al compartirles la forma en que ejercemos la transparencia y cómo la hemos aumentado en este tiempo puedan encontrar la inspiración para pensar en nuevas formas en las que ustedes también pueden hacer cambios y ayudar a sus organizaciones a sobrellevar esta pandemia y prosperar. Aún si sus empresas están lejos de tener una cultura transparente, quizás este sea el momento de comenzar ese proceso.
La clave para moverse rápido es tener una estructura «abierta»
Cuando las empresas operan con un enfoque que limita el acceso a la información de la organización en función de rangos jerárquicos, todo se desenvuelve un poco más lento.
Y quizás eso funcione en un entorno de negocios normal. Pero cuando nos enfrentamos a un entorno empresarial tan desafiante como el que estamos viviendo en la actualidad, resulta muy difícil poder divulgar información clave en una empresa y mantener a todos alineados sobre los objetivos y metas comunes, en particular si todos están trabajando desde sus casas.
Quizás aún no lo hayan hecho, pero brindarles a los empleados una visión completa de los datos de la empresa y los objetivos generales tiene sus recompensas. El hecho de tener este tipo de acceso empodera a los empleados porque cuentan con mejor información y entienden el lugar que ocupan sus aportes en el conjunto general.
En monday.com, todos nuestros datos se encuentran en BigBrain, nuestra plataforma de inteligencia empresarial, a la que todos tienen acceso en todo momento, incluso de forma remota. Además, todos los días, enviamos un mensaje de texto con las cifras más importantes a todos nuestros empleados e inversores. Y si bien temporalmente no podemos vernos en persona, contamos con docenas de pantallas de TV montadas en las paredes de nuestras oficinas, con paneles en los que se muestran los distintos KPI y métricas para cada equipo de trabajo.
Esto es lo que algunos pueden denominar transparencia «radical», porque todas las personas, de todos los niveles de la empresa, incluidos los inversores, tienen fácil acceso a nuestros datos e información en todo momento; incluso en los momentos difíciles.
El hecho de operar de este modo nos permite a todos saber qué sucede en tiempo real. Y si bien no siempre es lo más conveniente o cómodo, en particular en lo que respecta a nuestros inversores, permite que todos, en todos los niveles de la empresa, conozcan los problemas y reaccionen a ellos de inmediato.
Más autonomía para los equipos equivale a más agilidad
Una vez que todos en la empresa entienden cuáles son las metas en común y tiene las métricas para informarse y actuar, es importante darles más autonomía a los equipos y confiar en que podrán tomar las decisiones correctas.
La transparencia, en particular sobre números y métricas, es una gran parte de lo que nos permite ser sumamente ágiles y resolver problemas rápidamente.
A esta altura el año pasado, nos estábamos alejando inesperadamente de nuestras metas de ingreso anual recurrente (ARR, por sus siglas en inglés). Y como era la primera vez que nos sucedía, no sabíamos bien qué esperar o cómo lo superaríamos, pero sabíamos que debíamos trabajar juntos para descubrirlo.
Cuando detectamos inicialmente el problema, evocamos el poder colectivo de cada empleado (nuestra «mentalidad de colmena») para poder trabajar en conjunto y reencaminarnos.
Cada miembro del equipo tenía lo que necesitaba y ajustó sus KPI en consecuencia para que pudiéramos tener la mejor posibilidad de mejorar nuestras cifras, ¡y funcionó! Y gracias a ello, pudimos revertir las cosas rápidamente y no solo pudimos alcanzar nuestras metas de negocios sino que, además, las superamos.
El hecho de haber atravesado ese periodo inestable y haber salido relativamente ilesos me dio aún más seguridad sobre cómo trabajamos en conjunto para resolver problemas.
Entonces, cuando comenzó la pandemia y tuvimos que rápidamente cambiar las prioridades y adaptar nuestro Work OS para satisfacer las necesidades de trabajo remoto de nuestros clientes, supe que nuestros equipos, con la suficiente autonomía, podrían hacer todos los ajustes necesarios.
Ha sido increíble ver cómo todos se unieron para que lográramos atravesar otro momento desafiante, con el agregado de estar trabajando de forma remota en distintas zonas horarias.
Si nos comunicamos abiertamente con nuestros inversores, crearemos mejores relaciones
La mayoría de las empresas esperan la reunión trimestral para poner al día a sus inversores y al directorio sobre lo que está sucediendo. Pero en tiempos de crisis, lo mejor es no hacerlos esperar, incluso si uno espera que todo pase al olvido.
Tal como mencioné anteriormente, nuestros inversores reciben un mensaje de texto diario con las cifras. Así que, por supuesto, han estado observando nuestras cifras igual de cerca que nosotros durante todo este tiempo y pueden ver el impacto del brote de covid-19.
La mayoría de nuestros inversores nos conocen lo suficientemente bien y saben que encontraremos la forma de sobrellevar esto, como lo hemos hecho en otras ocasiones, pero otros inversores no nos conocen tan bien y tienen, con razón, sus inquietudes. Es por ello que es tan importante para nosotros, incluso en este momento tan desafiante, ser completamente transparentes, aún si pareciera contraproducente serlo.
A tal fin, hace unas semanas, invitamos a nuestros inversores y miembros del directorio a una de nuestras reuniones virtuales con toda la empresa. En ella, los distintos equipos de la empresa presentaron el progreso y los resultados sobre una variedad de iniciativas relacionadas con el trabajo.
Fue una invitación de último momento y, para serles sinceros, no sabía qué se presentaría en esa reunión en particular, ni cómo reaccionarían los inversores. Pero estaba seguro de que los equipos serían honestos y harían un buen trabajo.
Este gesto relativamente pequeño dejó maravillados a nuestros inversores y miembros del directorio. Se sintieron parte de la acción y se sorprendieron al ver que nos movemos proactivamente, de forma rápida e inteligente. Pudieron sentir, además, el ímpetu y la dedicación de los equipos que trabajan para alcanzar nuevos objetivos y metas. Y lo más importante fue que pudieron hablar y compartir sus opiniones y sentimientos con el equipo.
Creo que no había logrado apreciar por completo el impacto de la decisión de invitar a los inversores a la llamada hasta que recibí los comentarios de todos. Así que no hace falta decir que recomiendo fervientemente que inviten a sus inversores a participar en una de las reuniones semanales de la empresa, y que permitan que conozcan la dinámica y la magia de los equipos que trabajan juntos para lograr que todo funcione.
Ser sinceros con los clientes mejora la confianza
Ante la crisis actual, también extendimos este mayor nivel de transparencia a nuestros clientes. Para nosotros, era importante dar los pasos necesarios para garantizarles que teníamos la posibilidad no solo de sobrevivir sino también de triunfar, y les explicamos por qué.
Mi cofundador Roy Mann y yo enviamos un correo electrónico a todos nuestros clientes (más de 100 000 equipos y empresas) apenas comenzó la crisis y les compartimos con honestidad lo que estábamos haciendo para adaptarnos exitosamente a las nuevas realidades que la pandemia había creado.
Los clientes dependen de nuestro Work OS para ejecutar sus procesos, proyectos y tareas diarias. Nos pareció importante comunicarnos con ellos para garantizarles que seguiríamos estando presentes. Y que, de hecho, estábamos usando este momento de crisis como oportunidad para redoblar nuestros esfuerzos y ser la plataforma que las empresas eligieran como solución para trabajar de forma remota.
Como tal, les informamos que seguíamos adelante con nuestras ambiciosas metas de desarrollo del producto y crecimiento. Además, les compartimos lo que teníamos en reservas de efectivo, y les informamos que aún nos encontrábamos cerca de la rentabilidad operativa, a pesar de la crisis, en caso de que tuvieran dudas o inquietudes sobre nuestra viabilidad.
Queríamos que nuestros clientes se sintieran a salvo y que supieran que contaban con nosotros. Y son esas acciones y decisiones que uno toma en un momento así las que los clientes recordarán y tendrán presentes.
Mantener la confianza es más importante que nunca
Mantener la confianza significa mantener la transparencia. Y si bien el compartir de forma completa y honesta todo lo que la empresa hace nunca ha sido más fácil, no hacerlo puede rápidamente quebrar la confianza en la que tanto han trabajado en construir con sus empleados, inversores y clientes.
Hace poco escribí sobre cómo liderar en esta época de crisis, y en ese artículo destacaba que debemos comunicarnos con frecuencia y honestidad. Este nuevo entorno nos lo exige, en particular, ahora que tenemos mucha menos visibilidad general y estamos en tantos lugares distintos.
Las expectativas y demandas de mayor transparencia están creciendo, y es muy probable que pronto se conviertan en una norma de la industria. No es algo a lo que debamos temerle. En cambio, creo que debemos adoptarlo, ahora más que nunca.En todo el mundo, los países se encuentran en distintas etapas de respuesta frente a la pandemia de Covid-19. Algunos aún están aplicando estrictos aislamientos, otros han comenzado a flexibilizar las restricciones gracias a que la situación evoluciona semana a semana. En consecuencia, las empresas están en constante movimiento, mientras siguen lidiando con los temblores secundarios de la crisis.
Si bien no existe una hoja de ruta que nos oriente a nosotros como propietarios de empresas sobre cómo seguir en esta nueva normalidad en un mundo poscrisis, he descubierto que el hecho de fomentar una cultura de mayor transparencia en monday.com ha sentado una sólida base para forjar nuestra resistencia, y nos ha permitido mantenernos ágiles y poder avanzar.
Ahora más que nunca, resultan evidentes los beneficios de una mayor transparencia, en particular en un momento como el actual en el que esta realidad inusual que todos estamos atravesando nos obliga a adaptarnos constantemente, a seguir siendo flexibles y a prepararnos para lo inesperado.
Espero que al compartirles la forma en que ejercemos la transparencia y cómo la hemos aumentado en este tiempo puedan encontrar la inspiración para pensar en nuevas formas en las que ustedes también pueden hacer cambios y ayudar a sus organizaciones a sobrellevar esta pandemia y prosperar. Aún si sus empresas están lejos de tener una cultura transparente, quizás este sea el momento de comenzar ese proceso.
La clave para moverse rápido es tener una estructura «abierta»
Cuando las empresas operan con un enfoque que limita el acceso a la información de la organización en función de rangos jerárquicos, todo se desenvuelve un poco más lento.
Y quizás eso funcione en un entorno de negocios normal. Pero cuando nos enfrentamos a un entorno empresarial tan desafiante como el que estamos viviendo en la actualidad, resulta muy difícil poder divulgar información clave en una empresa y mantener a todos alineados sobre los objetivos y metas comunes, en particular si todos están trabajando desde sus casas.
Quizás aún no lo hayan hecho, pero brindarles a los empleados una visión completa de los datos de la empresa y los objetivos generales tiene sus recompensas. El hecho de tener este tipo de acceso empodera a los empleados porque cuentan con mejor información y entienden el lugar que ocupan sus aportes en el conjunto general.
En monday.com, todos nuestros datos se encuentran en BigBrain, nuestra plataforma de inteligencia empresarial, a la que todos tienen acceso en todo momento, incluso de forma remota. Además, todos los días, enviamos un mensaje de texto con las cifras más importantes a todos nuestros empleados e inversores. Y si bien temporalmente no podemos vernos en persona, contamos con docenas de pantallas de TV montadas en las paredes de nuestras oficinas, con paneles en los que se muestran los distintos KPI y métricas para cada equipo de trabajo.
Esto es lo que algunos pueden denominar transparencia «radical», porque todas las personas, de todos los niveles de la empresa, incluidos los inversores, tienen fácil acceso a nuestros datos e información en todo momento; incluso en los momentos difíciles.
El hecho de operar de este modo nos permite a todos saber qué sucede en tiempo real. Y si bien no siempre es lo más conveniente o cómodo, en particular en lo que respecta a nuestros inversores, permite que todos, en todos los niveles de la empresa, conozcan los problemas y reaccionen a ellos de inmediato.
Más autonomía para los equipos equivale a más agilidad
Una vez que todos en la empresa entienden cuáles son las metas en común y tiene las métricas para informarse y actuar, es importante darles más autonomía a los equipos y confiar en que podrán tomar las decisiones correctas.
La transparencia, en particular sobre números y métricas, es una gran parte de lo que nos permite ser sumamente ágiles y resolver problemas rápidamente.
A esta altura el año pasado, nos estábamos alejando inesperadamente de nuestras metas de ingreso anual recurrente (ARR, por sus siglas en inglés). Y como era la primera vez que nos sucedía, no sabíamos bien qué esperar o cómo lo superaríamos, pero sabíamos que debíamos trabajar juntos para descubrirlo.
Cuando detectamos inicialmente el problema, evocamos el poder colectivo de cada empleado (nuestra «mentalidad de colmena») para poder trabajar en conjunto y reencaminarnos.
Cada miembro del equipo tenía lo que necesitaba y ajustó sus KPI en consecuencia para que pudiéramos tener la mejor posibilidad de mejorar nuestras cifras, ¡y funcionó! Y gracias a ello, pudimos revertir las cosas rápidamente y no solo pudimos alcanzar nuestras metas de negocios sino que, además, las superamos.
El hecho de haber atravesado ese periodo inestable y haber salido relativamente ilesos me dio aún más seguridad sobre cómo trabajamos en conjunto para resolver problemas.
Entonces, cuando comenzó la pandemia y tuvimos que rápidamente cambiar las prioridades y adaptar nuestro Work OS para satisfacer las necesidades de trabajo remoto de nuestros clientes, supe que nuestros equipos, con la suficiente autonomía, podrían hacer todos los ajustes necesarios.
Ha sido increíble ver cómo todos se unieron para que lográramos atravesar otro momento desafiante, con el agregado de estar trabajando de forma remota en distintas zonas horarias.
Si nos comunicamos abiertamente con nuestros inversores, crearemos mejores relaciones
La mayoría de las empresas esperan la reunión trimestral para poner al día a sus inversores y al directorio sobre lo que está sucediendo. Pero en tiempos de crisis, lo mejor es no hacerlos esperar, incluso si uno espera que todo pase al olvido.
Tal como mencioné anteriormente, nuestros inversores reciben un mensaje de texto diario con las cifras. Así que, por supuesto, han estado observando nuestras cifras igual de cerca que nosotros durante todo este tiempo y pueden ver el impacto del brote de covid-19.
La mayoría de nuestros inversores nos conocen lo suficientemente bien y saben que encontraremos la forma de sobrellevar esto, como lo hemos hecho en otras ocasiones, pero otros inversores no nos conocen tan bien y tienen, con razón, sus inquietudes. Es por ello que es tan importante para nosotros, incluso en este momento tan desafiante, ser completamente transparentes, aún si pareciera contraproducente serlo.
A tal fin, hace unas semanas, invitamos a nuestros inversores y miembros del directorio a una de nuestras reuniones virtuales con toda la empresa. En ella, los distintos equipos de la empresa presentaron el progreso y los resultados sobre una variedad de iniciativas relacionadas con el trabajo.
Fue una invitación de último momento y, para serles sinceros, no sabía qué se presentaría en esa reunión en particular, ni cómo reaccionarían los inversores. Pero estaba seguro de que los equipos serían honestos y harían un buen trabajo.
Este gesto relativamente pequeño dejó maravillados a nuestros inversores y miembros del directorio. Se sintieron parte de la acción y se sorprendieron al ver que nos movemos proactivamente, de forma rápida e inteligente. Pudieron sentir, además, el ímpetu y la dedicación de los equipos que trabajan para alcanzar nuevos objetivos y metas. Y lo más importante fue que pudieron hablar y compartir sus opiniones y sentimientos con el equipo.
Creo que no había logrado apreciar por completo el impacto de la decisión de invitar a los inversores a la llamada hasta que recibí los comentarios de todos. Así que no hace falta decir que recomiendo fervientemente que inviten a sus inversores a participar en una de las reuniones semanales de la empresa, y que permitan que conozcan la dinámica y la magia de los equipos que trabajan juntos para lograr que todo funcione.
Ser sinceros con los clientes mejora la confianza
Ante la crisis actual, también extendimos este mayor nivel de transparencia a nuestros clientes. Para nosotros, era importante dar los pasos necesarios para garantizarles que teníamos la posibilidad no solo de sobrevivir sino también de triunfar, y les explicamos por qué.
Mi cofundador Roy Mann y yo enviamos un correo electrónico a todos nuestros clientes (más de 100 000 equipos y empresas) apenas comenzó la crisis y les compartimos con honestidad lo que estábamos haciendo para adaptarnos exitosamente a las nuevas realidades que la pandemia había creado.
Los clientes dependen de nuestro Work OS para ejecutar sus procesos, proyectos y tareas diarias. Nos pareció importante comunicarnos con ellos para garantizarles que seguiríamos estando presentes. Y que, de hecho, estábamos usando este momento de crisis como oportunidad para redoblar nuestros esfuerzos y ser la plataforma que las empresas eligieran como solución para trabajar de forma remota.
Como tal, les informamos que seguíamos adelante con nuestras ambiciosas metas de desarrollo del producto y crecimiento. Además, les compartimos lo que teníamos en reservas de efectivo, y les informamos que aún nos encontrábamos cerca de la rentabilidad operativa, a pesar de la crisis, en caso de que tuvieran dudas o inquietudes sobre nuestra viabilidad.
Queríamos que nuestros clientes se sintieran a salvo y que supieran que contaban con nosotros. Y son esas acciones y decisiones que uno toma en un momento así las que los clientes recordarán y tendrán presentes.
Mantener la confianza es más importante que nunca
Mantener la confianza significa mantener la transparencia. Y si bien el compartir de forma completa y honesta todo lo que la empresa hace nunca ha sido más fácil, no hacerlo puede rápidamente quebrar la confianza en la que tanto han trabajado en construir con sus empleados, inversores y clientes.
Hace poco escribí sobre cómo liderar en esta época de crisis, y en ese artículo destacaba que debemos comunicarnos con frecuencia y honestidad. Este nuevo entorno nos lo exige, en particular, ahora que tenemos mucha menos visibilidad general y estamos en tantos lugares distintos.
Las expectativas y demandas de mayor transparencia están creciendo, y es muy probable que pronto se conviertan en una norma de la industria. No es algo a lo que debamos temerle. En cambio, creo que debemos adoptarlo, ahora más que nunca.