¿Alguna vez has formado parte de un proyecto de una semana que se vuelve cada vez más complejo y te obliga a trabajar hasta las últimas horas antes de la fecha límite?
¿Por qué será que esto ocurre?
Es algo denominado la Ley de Parkinson. Este fenómeno es un gran obstáculo en el camino de la productividad para las personas y los equipos de todo el mundo. (No te preocupes, no estás solo).
Veamos de qué se trata con más detalle y descubramos cómo puedes aprovecharla para dominar tu eficiencia (y hacer más).
¿Qué es la Ley de Parkinson?
En 1955 Cyril Parkinson, un historiador naval británico, publicó un artículo satírico en The Economist. Comenzaba con la siguiente declaración (sin sátira): «El trabajo se expande para llenar el tiempo disponible para que se termine».
Parkinson repitió este concepto en otros dos libros que publicó en los años siguientes, y la idea comenzó a despegar. Fue una visión tan brillante sobre una de las principales barreras para la gestión eficiente del tiempo que resonó entre el público de todo el mundo.
Y así, nació la Ley de Parkinson.
¿Cuál podría ser una traducción moderna para este concepto? El siguiente es un ejemplo: Si te asignas tres días para hacer un proyecto, te tomará tres días completos.
Vemos que esto ocurre todo el tiempo. Digamos que te asignaron una tarea en el trabajo y te dieron tres semanas para completarla. Te tomas tu tiempo y entregas el producto terminado el día 21, según lo solicitado.
Pero, ¿qué sucedería si solo te dieran una semana para hacer la misma tarea? ¿Serías capaz de enfrentar el desafío? Probablemente sí. Estarías muy concentrado y serías muy eficiente, encontrarías atajos útiles y, quizás, incluso sumarías a los compañeros adecuados para terminar el trabajo.
El asunto sobre la Ley de Parkinson es el siguiente: Cuanto más tiempo se asigna a una tarea, más minuciosos somos y más complicada se vuelve la tarea. Como resultado, las cosas tardan más y tu progreso general se ralentiza (lo que incluso puede llevarte a procrastinar).
La buena noticia es que cuando conoces este fenómeno, puedes evitarlo y ser más consciente sobre tu productividad. Explorémoslo un poco más.
¿Es posible dominar la Ley de Parkinson para impulsar la productividad?
La respuesta es sí. Las investigaciones muestran que realmente puedes emplearla para aumentar tu productividad y ser más eficiente en el trabajo. Aquí hay algunos ejemplos de esto para tener más contexto.
Turnos más cortos, más productividad
En un estudio financiado por el gobierno sueco se descubrió que las enfermeras que pasaron de tener una jornada laboral tradicional de ocho horas a jornadas de seis horas redujeron el estrés, los días de enfermedad y tuvieron un aumento en la productividad total en comparación con las que tenían jornadas de ocho horas.
Ventanas del proyecto más pequeñas, más incentivos para la eficiencia
Con otro estudio se descubrió que los miembros de los equipos de tala mostraron una tasa de producción significativamente mayor cuando limitaban las entregas de fábrica en uno o dos días por semana que cuando no existían tales limitaciones de compra. Debido a que todas las partes recibían pago por pieza, había un incentivo para maximizar la producción antes de tiempo cuando se deben seguir las restricciones.
Entonces, ¿qué nos dicen estos dos estudios?
La mayoría de las veces, puedes acortar una fecha límite para un proyecto y, aún así, cumplir con tus exigencias. De hecho, podría obligarte a trabajar de manera más eficiente, lo cual es una forma sencilla de dominar la Ley de Parkinson.
Tácticas para dominar la Ley de Parkinson
Tal vez te estés preguntando: “De acuerdo, pero ¿qué puedo hacer para dominar la Ley de Parkinson y mantenerme altamente productivo?” Aquí hay algunas ideas para tener en cuenta:
Establece plazos más ajustados
Haz la prueba de ajustarte a un cronograma más corto de lo habitual para ver si puedes hacer la tarea con menos margen de tiempo. Puede que te sorprendas; lo que solía tomar tres horas podría ser viable en solo una.
Corre contra reloj, cosecha las recompensas
Si crees que estás asignando demasiado tiempo a una tarea, usa un temporizador e intenta completar la tarea dentro de un período de tiempo establecido, como 30 minutos o una hora. Si logras hacerlo, recompénsate al final con un pequeño premio, como un refrigerio especial o tiempo al aire libre. Una pequeña motivación puede ser de gran ayuda.
Crea una consecuencia
Si trabajas sin el cargador de tu computadora portátil, por ejemplo, te obligarás a completar el trabajo antes de que el dispositivo se quede sin batería. La consecuencia puede motivarte a que te mantengas concentrado.
Domina la Ley de Parkinson, conviértete en el compañero de proyecto más eficiente
Ahora que sabes qué es la Ley de Parkinson (y cómo dominarla), puedes disfrutar de más tiempo libre y flexibilidad en tu agenda. Solo requiere un poco de concentración deliberada y conciencia sobre el hecho de que las tareas a menudo se extienden para llenar el cronograma asignado.
El secreto para alcanzar la máxima productividad podría ser contar con plazos más ajustados. Es muy simple, ¿no lo crees?
Empezar ahora