Los creativos son inventores expertos. Se distinguen por imaginar, idear y dar vida a conceptos novedosos. Entienden la importancia de aprovechar los momentos de inspiración y el valor de la espontaneidad. Pero si bien la libertad es esencial para la capacidad intelectual creativa, el acto de crear en sí mismo mismo requiere estructura.
Sin una base que proporcione orden y organización a los esfuerzos creativos, tu flujo de trabajo creativo no fluirá muy lejos.
El desafío para los líderes de equipos creativos es encontrar una manera de aumentar el orden, la responsabilidad y la productividad sin destruir el proceso creativo.
3 obstáculos que desvían el flujo de trabajo creativo
Ya sea que lideres un equipo de redactores, diseñadores, pensadores de diseño, artistas o cualquier otro tipo de creativo, estos son tres desafíos que prácticamente todos los equipos pueden reconocer.
1. Lluvia de ideas ineficaz
La lluvia de ideas es esencial para el proceso creativo, pero organizar una sesión de lluvia de ideas productiva es más difícil de lo que parece, especialmente cuando el proceso carece de estructura.
La conceptualización sin una estructura aumenta el riesgo de que la sesión pierda seriedad y no sea productiva. Todos hemos estado en esas sesiones que terminan en el purgatorio de YouTube, los sumideros de Wikipedia o una tangente de tonterías.
Si bien un flujo libre de pensamiento puede ofrecer una mayor cantidad de ideas, a menudo estos ejercicios carecen de enfoque, y no hay garantía de que produzcan resultados con los que se pueda trabajar.
En cambio, la lluvia de ideas estructurada, donde se produce una generación sistemática y abundante de ideas, producirá conceptos más extensos y útiles. A diferencia de la lluvia de ideas sin estructura, donde los participantes comparten ideas a medida que vienen a la mente, la lluvia de ideas estructurada requiere que todos sigan ciertas reglas, como juicio diferido, mantenerse concentrados en el tema y tener una conversación a la vez.
Al seguir una lluvia de ideas estructurada, lograrás lo siguiente:
- Brindar a todos los miembros del equipo la oportunidad de aportar ideas (y no solo a las pocas voces predominantes).
- Fomentar la calidad y no solo la cantidad.
- Dirigir la conceptualización para que tome una dirección específica y alentar el estímulo mutuo de ideas.
- Asegurarte de que la sesión tenga un final concluyente y de contar con los pasos a seguir para impulsar la acción.
2. Perder de vista el panorama general
Nadie mejor que los creativos para tomar un problema y generar la solución perfecta horas, días o semanas después. Alguien que no pertenece al ámbito creativo y observa este proceso probablemente asumiría que el método para la locura aquí es solo… la locura. Pero los equipos creativos, dirían que es la conclusión natural del flujo de trabajo creativo.
El desafío para los creativos no es la resolución de problemas. En cambio, es el riesgo de perder de vista el panorama general. Cada tarea que abordan tus creativos, ya sea diseñar un anuncio, crear un nuevo eslogan o editar un guión, es parte de una estrategia, campaña o iniciativa más extensa.
A menos que tu equipo pueda ver y comprender el contexto más amplio al cual pertenece su trabajo, puede ser difícil garantizar la consistencia y la coherencia en todo el proyecto. Perder de vista el panorama general también puede provocar la asignación incorrecta de recursos o problemas para cumplir con los plazos.
3. Dificultad para adaptarse a los cambios.
Una de las características más singulares de las personas en los campos creativos es que, con el paso del tiempo, cada individuo desarrolla sus propios métodos y flujos de trabajo creativos. En la mayoría de los casos, este es su superpoder, pero al mismo tiempo, puede convertirse en un obstáculo.
Cuando ocurren cambios (un miembro del equipo se va o uno nuevo que se une, hay una transición de liderazgo, o hay un cliente que quiere estar muy involucrado en el proceso creativo), puede ser difícil manejar la interrupción sin dañar el proceso creativo.
A pesar de la necesidad de resistirse al cambio, agregar estructura y organización puede ser beneficioso. Al crear procesos que ayuden a facilitar el flujo de trabajo creativo, puedes guiar la forma en que los equipos creativos emprenden los proyectos, abordan la lluvia de ideas, investigan ideas nuevas y, en última instancia, crean, en medio del cambio o a pesar de este.
Al agregar un nivel de consistencia a lo largo de los cambios, tu equipo creativo se volverá más ágil y tendrá más capacidad para adaptarse.
Lograr el equilibrio entre el orden y la creatividad
Los líderes de equipos creativos deben analizar cómo agregar estructura al flujo de trabajo creativo. Los sistemas o técnicas que limitan las formas nuevas de pensar, desalientan los riesgos o insinúan el juicio obstaculizarán la creatividad y disminuirán la confianza rápidamente.
En cambio, un sistema discreto que agrega visibilidad del alcance, los objetivos, las responsabilidades y los plazos de un proyecto será la solución perfecta. Un sistema operativo de trabajo es una plataforma que permite a todos los miembros del equipo administren mejor los flujos de trabajo sin imponer el trabajo o interferir con el proceso creativo. Centraliza la información clave para garantizar que todos los usuarios mantengan la vista del panorama general, se mantengan actualizados sobre el progreso y fomenten una mayor responsabilidad.
En ocasiones, la clave para permitir que el proceso creativo fluya es mediante la construcción de un dique de contención. ¿Deseas obtener más información sobre cómo maximizar el pensamiento creativo y la productividad dentro de los equipos? Consulta nuestros consejos de los principales especialistas en marketing sobre el tema